El cosmólogo e investigador de la Universidad de Colima, leyó tres cuentos de su obra “Asilo de locos”, como parte de las actividades de la XIX Jornada del Libro Universitario Altexto 2017.
“La mayoría de los textos no se escriben para ser leídos en voz alta y puede resultar complejo escucharlos. Además, en la actualidad no se lee tanto como antes y es difícil cuestionar verdades y mentiras”.
Así lo señaló el catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, César Augusto Terrero Escalante, quien es un destacado cosmólogo y también escritor de nacionalidad cubana.
En el marco de las Jornadas Altexto 2017, con su pronunciado acento cubano, leyó tres cuentos de su autoría compilados en el libro “Asilo de locos”, que en el nombre hace honor al blues Insane Asylum de Willis Dixon y Koko Taylor.
“Definitivamente tenemos un problema de que ya no se lee tanto como antes y por ello es más difícil procesar información y generar un pensamiento crítico; es difícil también cuestionar las verdades y mentiras que se dicen en Facebook”, señaló ante un auditorio casi repleto de adolescentes y jóvenes.
Su obra Asilo de locos se generó a partir de lo trillado y excepcional que hay dentro de la locura. Son cuentos, explicó, “que tienen que ver con lo que a veces creemos que es normal y que si lo vemos desde una óptica diferente, muestra rasgos de locura”.
Terrero, quien creció en la cuba de los 80’s y 90’s, buscaba decir cosas evitando los cánones literarios cubanos.
En el auditorio Carlos de la Madrid, leyó el primer cuento sobre la loca personalidad de Lorenzo García Vega (1926-2012), comparando a dicho personaje con un caleidoscopio, en cuyo interior cada uno de los cristales es insignificante, pero en su conjunto se proyectan maravillosos.
El segundo cuento “Efecto dominó”, es un intento de fabular la historia, que a fin de cuentas, dijo, “es una forma literaria de reconstruir un evento donde ninguno de nosotros estuvimos”. La última lectura estuvo dedicada al cuento breve “Vértigo”.
Al finalizar su lectura, César Terrero expresó que “es estimulante que gente joven haga el esfuerzo por escuchar y entender estos textos complejos”.