
Colima Antiguo http://ift.tt/2uN1OBE HUERTA DE ÁLVAREZ "La huerta de Alvarez constituyó uno de los sitios predilectos para los colimenses de fines del siglo XIX y primer tercio del siglo XX. - Ubicada a inmediaciones de la margen derecha del río Colima, fue el más solicitado lugar para la celebración de toda clase de festejos. - En sus cuatro grandes piscinas aprendieron a nadar la mayor parte de los niños y jóvenes de aquel tiempo y encontraron diversión amena y prolongada lo mismo las más distinguidas familias que las gentes de humilde extracción social. - Un tupido bosque de palmeras, mangos, mameyes, cafetos y otros árboles frutales, enmarcan todavía las construcciones, consistentes en las ya mencionadas albercas, una glorieta central, donde se efectuaban comidas y bailes, y las habitaciones de la familia propietaria. - Hasta las décadas de 1920 - 1930, en que el río Colima contaba en todas las épocas del año con una corriente caudalosa, esas huertas disponían del agua suficiente para sus baños, que sistemáticamente se vaciaban y limpiaban "a cepillo" dos veces por semana, a fin de que siempre estuvieran aseados. Y era un placer común recorrer aquellas umbrosas arboledas -que de poder hacerlo revelarían más de un secreto amoroso-, para después "alquilar un tanque" y gozar el deleite de las frescas aguas. - Durante muchos años la huerta de Alvarez fue el asiento natural para los banquetes políticos, festejos de cumpleaños y alegres "tardeadas" en que el principal atractivo estaba constituido por la merienda vernácula a base de atole de leche, de tamarindo o "cascarilla", con sabrosos tamales calientitos de pollo, de carne de puerco o de dulce. - En esas reuniones, típicamente provincianas, se formalizaban noviazgos o se rompían compromisos sentimentales y, al calor de las copas ingeridas, los hombres estrechaban su amistad o se distanciaban por cualquier broma pesada, dicha entre dos sorbos de aromático ponche de granada. - Para los afectos a hacer "la pinta", que vivían de este lado del río de Colima,la ida a la huerta de Alvarez ofrecía un interés especial: cruzar la mencionada corriente de agua suspendidos de un cable de acero que de orilla a orilla se había tendido en el lugar donde ahora se halla el puente Maclovio Herrera. - Cuando empezó a decrecer el caudal del río las huertas de Alvarez y San Miguel entraron en decadencia, disminuyendo su prestigio para las fiestas políticas y familiares y hasta para los estudiantes, que fueron perdiendo la tradición de hacer "la pinta", en vista de que por la flojedad de la enseñanza, advirtieron que el mejor y más cómodo sitio para no estudiar era su propia escuela. - Esas huertas, languidecieron cada vez más hasta quedar reducidas a la expresión de un grato recuerdo en quienes las conocieron en la plenitud de su esplendor y que ahora experimentan cierto amargor de tristeza, pues con ellas se extinguió uno de los aspectos folklóricos más amables del viejo Colima." Abelardo Ahumada Arq Miguel Villalpando Etiqueta, comenta y comparte
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