PON EL MOUSE EN LA IMAGEN PARA DETENERLA Y ACCEDER

UdeC Hola Soy Balto Recolección de Ramas

viernes, 4 de agosto de 2017

La leyenda del Gentil. Cuyutlán, Colima. En Cuyutlán hay como 10 calles horizontales y unas cuarenta calles verticales, el pueblo es muy pequeño y todos pueden llegar a la playa caminando. Hace muchos años, en la década de los 30 hubo una enorme ola que llegó hasta la iglesia. Los habitantes de este lugar están acostumbrados a las maravillas que hay en el mar, aquí llegan las tortugas a poner sus huevos, como el mar es muy profundo hay quien cuenta que se pueden ver ballenas, delfines y más animales marítimos. Cuenta la leyenda que hace muchos años, cuando todavía no se cuidaba a las tortugas porque había muchas y se creía que nunca se terminarían, las personas cazaban tortugas para hacer una deliciosa sopa con esa carne. También sacaban los huevos de la playa para venderlos a los turistas o llevárselos a las grandes ciudades. Un día, unos hombres buscaban tortugas en el mar, tenían listas las redes, pero a unos quinientos metros de la playa la lancha se detuvo, como si alguien la agarrara con gran fuerza. Los hombres se asustaron un poco, pero tiraron las redes para capturar a las pobres tortugas… Sintieron un tirón, señal de que una tortuga había caído en la trampa. Estuvieron ahí por algunas horas, cuando quisieron sacar la red la sintieron muy pesada, jalaron con todas sus fuerzas y cuando la pudieron salir ¡se encontraron con un hombre dentro! El hombre no parecía normal, sus ojos brillaron con odio, rompió la red y peces y tortugas escaparon. El hombre misterioso salto al mar, de pronto la barca se pudo mover y los hombres huyeron asustados del lugar. Varios habitantes del pueblo han visto al gentil, el hombre del mar que cuida las tortugas. Se aparece por la playa cuando se mete el sol. Un amigo nos contó que una noche él también lo vio: estaba en el mar, ya había oscurecido y estaba a punto de irse a su casa, se acercó al agua para quitarse el exceso de arena… a lo lejos vio un hombre. Ya no era hora de turistas y todos los habitantes del Cuyutlán saben que no se debe entrar al traicionero mar de noche. El hombre se acercaba, nuestro amigo se alejó de la playa… cuando volteó esperando ver al hombre, no vio nada. La playa estaba completamente vacía. August 04, 2017 at 05:32PM


Colima Antiguo http://ift.tt/2wtbb9a La leyenda del Gentil. Cuyutlán, Colima. En Cuyutlán hay como 10 calles horizontales y unas cuarenta calles verticales, el pueblo es muy pequeño y todos pueden llegar a la playa caminando. Hace muchos años, en la década de los 30 hubo una enorme ola que llegó hasta la iglesia. Los habitantes de este lugar están acostumbrados a las maravillas que hay en el mar, aquí llegan las tortugas a poner sus huevos, como el mar es muy profundo hay quien cuenta que se pueden ver ballenas, delfines y más animales marítimos. Cuenta la leyenda que hace muchos años, cuando todavía no se cuidaba a las tortugas porque había muchas y se creía que nunca se terminarían, las personas cazaban tortugas para hacer una deliciosa sopa con esa carne. También sacaban los huevos de la playa para venderlos a los turistas o llevárselos a las grandes ciudades. Un día, unos hombres buscaban tortugas en el mar, tenían listas las redes, pero a unos quinientos metros de la playa la lancha se detuvo, como si alguien la agarrara con gran fuerza. Los hombres se asustaron un poco, pero tiraron las redes para capturar a las pobres tortugas… Sintieron un tirón, señal de que una tortuga había caído en la trampa. Estuvieron ahí por algunas horas, cuando quisieron sacar la red la sintieron muy pesada, jalaron con todas sus fuerzas y cuando la pudieron salir ¡se encontraron con un hombre dentro! El hombre no parecía normal, sus ojos brillaron con odio, rompió la red y peces y tortugas escaparon. El hombre misterioso salto al mar, de pronto la barca se pudo mover y los hombres huyeron asustados del lugar. Varios habitantes del pueblo han visto al gentil, el hombre del mar que cuida las tortugas. Se aparece por la playa cuando se mete el sol. Un amigo nos contó que una noche él también lo vio: estaba en el mar, ya había oscurecido y estaba a punto de irse a su casa, se acercó al agua para quitarse el exceso de arena… a lo lejos vio un hombre. Ya no era hora de turistas y todos los habitantes del Cuyutlán saben que no se debe entrar al traicionero mar de noche. El hombre se acercaba, nuestro amigo se alejó de la playa… cuando volteó esperando ver al hombre, no vio nada. La playa estaba completamente vacía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario