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viernes, 4 de agosto de 2017

Leyenda de los enamorados separados por un tren. Cuyutlán, Colima Cuenta la leyenda que a principios del siglo XX, cuando todavía había trenes de pasajeros que recorrían el país y Cuyutlán recibía a los turistas en el único hotel de la localidad, un señor decidió proponerle matrimonio a su novia en la estación del tren. Le pareció una idea romántica, así que citó a su novia a la medianoche. Ella aceptó, tendría que salir a escondidas de su casa porque una señorita no podía andar sola a esas horas, pero no le importó, estaba muy enamorada. Él llegó antes que ella, sacó el anillo y comenzó a preparar su discurso, buscaba el lugar perfecto y las palabras más amorosas para convencer a su novia de casarse lo más pronto posible. La noche destilaba amor: la luna llena brillaba en el cielo, los animales nocturnos creaban una romántica melodía y los mosquitos estaban dormidos. El novio estaba tan emocionado que su mano tembló y el anillo cayó a las vías del tren. Él se puso a buscar la argolla, que estaba bajo una de las vías, metió su mano, tomó el anillo, pero al intentar sacar la mano ¡se dio cuenta que tenía el brazo atorado! Su novia llegó, la sorpresa quedó arruinada porque el novio tuvo que explicarle que estaba intentando sacar el anillo de compromiso. Ella estaba feliz por la propuesta, aunque no hubiera sido perfecta, pero tenían que liberar ese brazo atorado así que comenzó a ayudar a su futuro esposo. A lo lejos se escuchó el silbato del tren. Los enamorados se asustaron, no podían liberar el brazo, el tren se acercaba rápidamente y no había nadie a quien pedir ayuda. Él novio empujó a su novia para alejarla de las vías, era un tren de carga que no paraba en esa estación y cuando el conductor se dio cuenta de que un hombre estaba a mitad de la vía era demasiado tarde. El novio perdió su brazo, la sangre salía a borbotones de su cuerpo. Su novia se acercó horrorizada y se desmayó mientras su novio agonizaba. Nada se pudo hacer… cuando la novia abrió los ojos, vio el cuerpo inerte de su prometido. Ella enloqueció, se la llevaron lejos porque no podía soportar el dolor que sentía cada vez que escuchaba el silbato del tren. Cuentan que en las noches de luna llena se ve al novio buscando ese anillo perdido… El tren todavía pasa por Cuyutlán, tres o cuatro veces al día se escucha su silbato que también suena a mitad de la noche, desesperado, como avisando de una próxima desgracia. August 04, 2017 at 05:18PM


Colima Antiguo http://ift.tt/2wteKw1 Leyenda de los enamorados separados por un tren. Cuyutlán, Colima Cuenta la leyenda que a principios del siglo XX, cuando todavía había trenes de pasajeros que recorrían el país y Cuyutlán recibía a los turistas en el único hotel de la localidad, un señor decidió proponerle matrimonio a su novia en la estación del tren. Le pareció una idea romántica, así que citó a su novia a la medianoche. Ella aceptó, tendría que salir a escondidas de su casa porque una señorita no podía andar sola a esas horas, pero no le importó, estaba muy enamorada. Él llegó antes que ella, sacó el anillo y comenzó a preparar su discurso, buscaba el lugar perfecto y las palabras más amorosas para convencer a su novia de casarse lo más pronto posible. La noche destilaba amor: la luna llena brillaba en el cielo, los animales nocturnos creaban una romántica melodía y los mosquitos estaban dormidos. El novio estaba tan emocionado que su mano tembló y el anillo cayó a las vías del tren. Él se puso a buscar la argolla, que estaba bajo una de las vías, metió su mano, tomó el anillo, pero al intentar sacar la mano ¡se dio cuenta que tenía el brazo atorado! Su novia llegó, la sorpresa quedó arruinada porque el novio tuvo que explicarle que estaba intentando sacar el anillo de compromiso. Ella estaba feliz por la propuesta, aunque no hubiera sido perfecta, pero tenían que liberar ese brazo atorado así que comenzó a ayudar a su futuro esposo. A lo lejos se escuchó el silbato del tren. Los enamorados se asustaron, no podían liberar el brazo, el tren se acercaba rápidamente y no había nadie a quien pedir ayuda. Él novio empujó a su novia para alejarla de las vías, era un tren de carga que no paraba en esa estación y cuando el conductor se dio cuenta de que un hombre estaba a mitad de la vía era demasiado tarde. El novio perdió su brazo, la sangre salía a borbotones de su cuerpo. Su novia se acercó horrorizada y se desmayó mientras su novio agonizaba. Nada se pudo hacer… cuando la novia abrió los ojos, vio el cuerpo inerte de su prometido. Ella enloqueció, se la llevaron lejos porque no podía soportar el dolor que sentía cada vez que escuchaba el silbato del tren. Cuentan que en las noches de luna llena se ve al novio buscando ese anillo perdido… El tren todavía pasa por Cuyutlán, tres o cuatro veces al día se escucha su silbato que también suena a mitad de la noche, desesperado, como avisando de una próxima desgracia.

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