Colima Antiguo http://ift.tt/2vIJT1P MILAGRO DEL MAREMOTO DE 1932 Simonita era originaria de Morelia, pero por azares del destino se vino siguiendo a un militar que enviaron a Manzanillo, del que estaba perdidamente enamorada, al llegar al puerto,se entero que ya lo habían cambiado de regimiento, a otro lugar. Simonita se vino caminando por la playa, llegó a El Real, donde después de pasar muchas penas, decidió quedarse, se acomodó en una pequeña choza que le construyeron los salineros, a quienes servia y les preparaba los alimentos. En 1932, al terminar la temporada de la sal, se quedaba sola como cada año, por lo que al registrarse un pequeño temblor de mediana intensidad y después el maremoto que se vino a consecuencia, el padre José María Arreguín, párroco de Tecomán, salió rumbo a El Real y en el camino se encontró a Simonita, quien venía de rodillas al pueblo. Al llegar Simonita a la iglesia, agradeció a la Virgen por el milagro, pues al salir a la puerta de su choza, vio como una inmensa ola amenazaba con destruir todo, pero milagrosamente se calmo el mar, sin causarle ningún daño, ni a ella, ni a la choza, al mismo tiempo cele apareció la Virgen de la Candelaria colocando su mano en el hombro y diciéndole: ¨NO TEMAS, NADA TE PASARA”. Simonita entonces decía, “la Virgen estuvo en el mar y quien lo dude, que vea los pies de la imagen” y al hacerlo, los tenía húmedos e impregnados de arena”. En 1942, Simonita la de El Real, falleció en Tecomán. Es así como ha crecido la devoción por la Virgen de la Candelaria, dando gracias a la sagrada imagen por haberlos salvado del maremoto del 22 de junio de 1932, fecha fatal que devastó la población de Cuyutlán y pidiendo en su bondad proteja a la población de fenómenos meteorológicos.....
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jueves, 10 de agosto de 2017
MILAGRO DEL MAREMOTO DE 1932 Simonita era originaria de Morelia, pero por azares del destino se vino siguiendo a un militar que enviaron a Manzanillo, del que estaba perdidamente enamorada, al llegar al puerto,se entero que ya lo habían cambiado de regimiento, a otro lugar. Simonita se vino caminando por la playa, llegó a El Real, donde después de pasar muchas penas, decidió quedarse, se acomodó en una pequeña choza que le construyeron los salineros, a quienes servia y les preparaba los alimentos. En 1932, al terminar la temporada de la sal, se quedaba sola como cada año, por lo que al registrarse un pequeño temblor de mediana intensidad y después el maremoto que se vino a consecuencia, el padre José María Arreguín, párroco de Tecomán, salió rumbo a El Real y en el camino se encontró a Simonita, quien venía de rodillas al pueblo. Al llegar Simonita a la iglesia, agradeció a la Virgen por el milagro, pues al salir a la puerta de su choza, vio como una inmensa ola amenazaba con destruir todo, pero milagrosamente se calmo el mar, sin causarle ningún daño, ni a ella, ni a la choza, al mismo tiempo cele apareció la Virgen de la Candelaria colocando su mano en el hombro y diciéndole: ¨NO TEMAS, NADA TE PASARA”. Simonita entonces decía, “la Virgen estuvo en el mar y quien lo dude, que vea los pies de la imagen” y al hacerlo, los tenía húmedos e impregnados de arena”. En 1942, Simonita la de El Real, falleció en Tecomán. Es así como ha crecido la devoción por la Virgen de la Candelaria, dando gracias a la sagrada imagen por haberlos salvado del maremoto del 22 de junio de 1932, fecha fatal que devastó la población de Cuyutlán y pidiendo en su bondad proteja a la población de fenómenos meteorológicos..... August 10, 2017 at 10:43AM
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