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domingo, 3 de septiembre de 2017

EL TESORO ESCONDIDO No se ustedes pero yo después de todos estos años y después de haber sido testigo de muchas cosas paranormales creo que llego a la conclusión de que no hay terror sin fantasía. Se preguntan que por qué lo digo? Les comentaré esta historia que me pasó cuando yo cursaba apenas cuarto de primaria. Como saben yo crecí en un rancho donde las historias de gente que encontró dinero enterrado son muchas ya que es un lugar con mucho de historia de las cristiadas y como parte del Camino Real de Colima hubo muchos sucesos que generaron tantas historias de terror y tesoros enterrados así que mi niñez así fue y en mi cabeza creció esa fantasía de un día encontrar un tesoro y darle mejor vida a mi familia pues como les digo siempre por mi cabeza cruzaba ese pensar... Un día al llegar a casa mi abuela me dijo: - ven te tengo una sorpresa; y la verdad si me sorprendió ya que me regaló una chiva preñada y me hizo saber que esa ahora sería mi responsabilidad así que a diario saliendo de la escuela hacía mi tarea y después me iba al cerro a cuidar mi chiva. No sé cuantos días pasaron pero un día al volver de clases ya mi chiva había parido un par de chivitos, estaban muy lindos y yo fui muy feliz ese día y los posteriores a eso. Hasta que una tarde, encontrándome pasteando a mis chivas me recosté bajó un árbol y empecé a soñar despierto con mi fantasía de encontrar mi tesoro pero lamentablemente me dormí y el frío de la noche me despertó como era obvio ya no encontré mi pequeño rebaño. Con la esperanza de encontrarlos corrí a casa pero su corral lucía vacío y en casa estaban aterrados pensando lo peor y pues les platiqué lo que pasó y buscamos hasta el cansancio sin encontrar nada pasaron muchos días y yo me echaba la culpa por ser tan tonto y creer que un día yo sería quien encontraba un tesoro... Así corrieron los días y yo sin perder la esperanza. Una tarde regresé al lugar donde había perdido mis animales y llorando me volví a quedar dormido y en mi sueño salía un hombre de aspecto antiguo por sus ropajes que me devolvía mis chivas y me decía: "que no descuidara lo que tenía por algo que quizá jamas pasaría", yo miraba y abrazaba mis animalitos. Y en ese momento desperté y para mi sorpresa después de mas de un mes Ay estaban frente a mi mis chivas! Me paré y las acaricié, algo me hizo voltear y aquel hombre estaba ahí parado con su rostro duro y su mirada recia, sólo me dijo: "Cuídalas bien" se dio vuelta y entró entre unas piedras grandes que para un humano seria imposible pasar. Yo a mis diez años no se qué fue ni donde estuvieron mis animales pero creó que todo nació de mi fantasía y mi deseo de encontrar tesoros hoy a mis 40 años no pierdo la esperanza. Julio César Toledo Imagen: Fototeca Nacional del INAH September 03, 2017 at 10:15AM


Colima Antiguo http://ift.tt/2gCmKs3 EL TESORO ESCONDIDO No se ustedes pero yo después de todos estos años y después de haber sido testigo de muchas cosas paranormales creo que llego a la conclusión de que no hay terror sin fantasía. Se preguntan que por qué lo digo? Les comentaré esta historia que me pasó cuando yo cursaba apenas cuarto de primaria. Como saben yo crecí en un rancho donde las historias de gente que encontró dinero enterrado son muchas ya que es un lugar con mucho de historia de las cristiadas y como parte del Camino Real de Colima hubo muchos sucesos que generaron tantas historias de terror y tesoros enterrados así que mi niñez así fue y en mi cabeza creció esa fantasía de un día encontrar un tesoro y darle mejor vida a mi familia pues como les digo siempre por mi cabeza cruzaba ese pensar... Un día al llegar a casa mi abuela me dijo: - ven te tengo una sorpresa; y la verdad si me sorprendió ya que me regaló una chiva preñada y me hizo saber que esa ahora sería mi responsabilidad así que a diario saliendo de la escuela hacía mi tarea y después me iba al cerro a cuidar mi chiva. No sé cuantos días pasaron pero un día al volver de clases ya mi chiva había parido un par de chivitos, estaban muy lindos y yo fui muy feliz ese día y los posteriores a eso. Hasta que una tarde, encontrándome pasteando a mis chivas me recosté bajó un árbol y empecé a soñar despierto con mi fantasía de encontrar mi tesoro pero lamentablemente me dormí y el frío de la noche me despertó como era obvio ya no encontré mi pequeño rebaño. Con la esperanza de encontrarlos corrí a casa pero su corral lucía vacío y en casa estaban aterrados pensando lo peor y pues les platiqué lo que pasó y buscamos hasta el cansancio sin encontrar nada pasaron muchos días y yo me echaba la culpa por ser tan tonto y creer que un día yo sería quien encontraba un tesoro... Así corrieron los días y yo sin perder la esperanza. Una tarde regresé al lugar donde había perdido mis animales y llorando me volví a quedar dormido y en mi sueño salía un hombre de aspecto antiguo por sus ropajes que me devolvía mis chivas y me decía: "que no descuidara lo que tenía por algo que quizá jamas pasaría", yo miraba y abrazaba mis animalitos. Y en ese momento desperté y para mi sorpresa después de mas de un mes Ay estaban frente a mi mis chivas! Me paré y las acaricié, algo me hizo voltear y aquel hombre estaba ahí parado con su rostro duro y su mirada recia, sólo me dijo: "Cuídalas bien" se dio vuelta y entró entre unas piedras grandes que para un humano seria imposible pasar. Yo a mis diez años no se qué fue ni donde estuvieron mis animales pero creó que todo nació de mi fantasía y mi deseo de encontrar tesoros hoy a mis 40 años no pierdo la esperanza. Julio César Toledo Imagen: Fototeca Nacional del INAH

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