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domingo, 11 de marzo de 2018

#Perfiles Rosaura Ruiz, tras los pasos de Darwin


Así como el científico británico Charles Darwin emprendió en 1831 una extenuante y fructífera expedición que fue fundamental para que postulara la teoría de la evolución, la científica Rosaura Ruiz Gutiérrez ha realizado una extensa investigación y análisis del impacto del evolucionismo en disciplinas del conocimiento tan diversas como la filosofía, la política, la religión, la medicina y el desarrollo sostenible. 

La relevancia del trabajo ha sido tal, que Ruiz Gutiérrez se ha posicionado como una de las investigadoras más reconocidas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

La impronta de Ruiz Gutiérrez está presente no solo en la UNAM, en donde ha ocupado diversos cargos, como directora de la Facultad de Ciencias, también en la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en donde fue la primera mujer en presidirla. 

Rosaura Ruiz Gutiérrez nació en 1950 en la Ciudad de México. Su niñez transcurrió como la de cualquier niña, “me gustaba jugar a la casita y a la comidita, jugaba que mi hermano menor era mi hijo”, recordó con emoción. 

Ella nunca imaginó que sería investigadora, porque no proviene de una familia de científicos, sus padres eran comerciantes. “No sé por qué mi papá me decía ‘tú vas a ser científica o abogada’”. 

Quizás era el anhelo de don Antonio Ruiz, ya que a pesar de que no era una persona con estudios, poseía una amplia cultura y era un lector apasionado, que disfrutaba en especial de los temas de divulgación científica, gusto que le transmitió a su hija. 

Don Antonio le regaló a la pequeña Rosaura, quien apenas estaba aprendiendo a leer, un libro de la vida y obra de la científica polaca Marie Curie, doble premio Nobel de Física y Química. “Me encantó el texto, me propuse entonces que sería científica”. 

El poder de un buen maestro 

Aunque en su adolescencia todavía no estaba segura de que su futuro sería la investigación, recibió la influencia de un profesor que resultaría determinante para su vocación, justo cuando cursaba el último semestre de la preparatoria. 

“En la preparatoria tuve un profesor que daba una clase excepcional, me acuerdo que nos explicó que tenía poco tiempo que se había descubierto la estructura del ácido desoxirribonucleico (ADN). Me quedé impactada cómo las moléculas, sustancias químicas, nos organizan, nos hacen ser una planta, un animal o una persona, eso me pareció fascinante. El maestro también nos explicó algo de evolución y darwinismo y eso me dejó muy marcada”. 

A pesar de que le fascinó la biología, como casi todos los adolescentes tenía muchas dudas de a qué le gustaría dedicarse el resto de su vida. “Estaba indecisa, no sabía si elegir biología o medicina, ya estaba formada para meter mis papeles y aún no elegía, en lo que avanzaba la fila pensé que medicina era una carrera muy larga y por eso elegí biología. Yo creo que si la fila hubiera sido más larga hubiera acabado como médica”. 

Según Rosaura Ruiz, eligió biología para no estudiar tanto, pero después de que acabó su licenciatura en biología, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, se enamoró tanto de la investigación que le siguió con una maestría y un doctorado también en biología. 

“Me interesó mucho no solo la biología, sino cómo surgió el interés por estudiar los seres vivos y cómo se ha desarrollado esta rama de la ciencia. Particularmente me he dedicado a entender la historia de la evolución”.