░ LEYENDAS COLIMOTAS - "EL ARCO DEL TEATRO HIDALGO" (Colima, Colima; México) ░ De Don Lucio Uribe, hábil alarife (maestro de obras), que construyó en Colima la escalera de Palacio de Gobierno y la mayor parte del Teatro Santa Cruz, después Hidalgo, se cuenta que el trazo audaz del arco central de éste último edificio provocó numerosas críticas y despertó recelos. Afirmábase que el claro cubierto por la obra era demasiado grande, para que el arco pudiera sostenerse. Las censuras llegaron a debilitar la confianza que el gobernador del Estado, coronel Don Francisco Santa Cruz, había puesto en Don Lucio, a quien el mandatario le manifestó sus dudas. Don Lucio Uribe era de pocas palabras y se limitó a contestar: - El arco está bien y pronto se convencerá usted. Para la fecha que se quitarían las cimbras, don Lucio Uribe invitó al gobernador y a las principales personas de la ciudad. Había mandado colocar, frente a la obra, media docena de "morteros", preparados con doble carga de pólvora y de ladrillo. Cuando los últimos andamiajes fueron retirados, Don Lucio se paró en la mitad del arco y ordenó prender las mechas. Tronaron los morteros, estremeciéndose las casas inmediatas, asustando al vecindario y ensordeciendo a la numerosa concurrencia, la cual tributó una cálida ovación al constructor, que permanecía a pie firme, impasible y sereno entre el humo denso de las descargas. Hasta la fecha, el arco construido por don Lucio Uribe permanece enhiesto y sólido. Fuente: Viñetas de la Provincia. Manuel Sánchez Silva. April 19, 2018 at 12:35PM

Colima Antiguo https://ift.tt/2HA42gc ░ LEYENDAS COLIMOTAS - "EL ARCO DEL TEATRO HIDALGO" (Colima, Colima; México) ░ De Don Lucio Uribe, hábil alarife (maestro de obras), que construyó en Colima la escalera de Palacio de Gobierno y la mayor parte del Teatro Santa Cruz, después Hidalgo, se cuenta que el trazo audaz del arco central de éste último edificio provocó numerosas críticas y despertó recelos. Afirmábase que el claro cubierto por la obra era demasiado grande, para que el arco pudiera sostenerse. Las censuras llegaron a debilitar la confianza que el gobernador del Estado, coronel Don Francisco Santa Cruz, había puesto en Don Lucio, a quien el mandatario le manifestó sus dudas. Don Lucio Uribe era de pocas palabras y se limitó a contestar: - El arco está bien y pronto se convencerá usted. Para la fecha que se quitarían las cimbras, don Lucio Uribe invitó al gobernador y a las principales personas de la ciudad. Había mandado colocar, frente a la obra, media docena de "morteros", preparados con doble carga de pólvora y de ladrillo. Cuando los últimos andamiajes fueron retirados, Don Lucio se paró en la mitad del arco y ordenó prender las mechas. Tronaron los morteros, estremeciéndose las casas inmediatas, asustando al vecindario y ensordeciendo a la numerosa concurrencia, la cual tributó una cálida ovación al constructor, que permanecía a pie firme, impasible y sereno entre el humo denso de las descargas. Hasta la fecha, el arco construido por don Lucio Uribe permanece enhiesto y sólido. Fuente: Viñetas de la Provincia. Manuel Sánchez Silva.