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miércoles, 13 de junio de 2018

Calles conocidas y una llamada de 13 minutos. Un provinciano en la ciudad por Fer Montes de Oca.



Nota del autor: al escribir, suelo mencionar los nombres de muchas personas que no conocen, amigos míos, sólo traten de imaginárselas como los y las más geniales de la vida, porque lo son. 


Pie de foto: Amores, el nombre de la calle. Foto: @NandoDeOca


Una llamada de 13 minutos el sábado por la noche me hizo reflexionar. Me sentía contento y quería compartirlo. Así que tomé el teléfono y marqué mientras caminaba a mi destino (de esa noche). Le decía a Isis, mi interlocutora, que me sentía en el lugar correcto solo por el hecho de conocer las calles por las que estaba transitando. Después de 9 meses, puedo decir que ya conozco ciertos rincones de la Ciudad de México, en otras palabras, que ya estoy listo para perderme y no entrar en pánico. La conversación continuaba mientras le explicaba que me sentía feliz porque también había conocido personas que me hacían sentir como en casa. Reflexionemos un poco sobre qué es sentirnos en casa: ¿es acaso saber que podemos salir a comer con algún conocido?; tal vez es crear rutinas que nos ponen de buenas saliendo del trabajo, como jugar videojuegos o contar nuestro día en un chat de WhatsApp; quizá, sentirse en casa sea formar parte de algo. Pero ojo, solitarios y solitarias, pueden sentirse en casa aún sin estar acompañados, al caminar por calles conocidas y volvernos parte de su historia, como cuando saludo a la mesera de la fonda donde suelo comer en el mercado. 

Esa noche me sentía en el lugar indicado, andando por los lugares correctos.

Durante la llamada, Isis y yo reflexionamos sobre los cambios que habían ocurrido en, casi, el último año. Ella como yo partió de Colima el sábado 30 de septiembre. Luego de 4 años viviendo entre las mismas paredes nos tocó compartir la misma despedida: una melancólica escena situada entre los nuevos inquilinos de la casa y los chicos de mudanza. Aquél día lo recuerdo bien, realicé las últimas rutinas de esa etapa de mi vida: comí con mamá y mi hermana en el lugar de cada sábado; di vueltas en el carro con Fernanda, una amiga, y la dejé en su casa no sin antes hacer la misma broma boba sobre su perro que siempre se ponía a la mitad de la calle, cual glorieta; ese día, como fin de temporada, fui a jugar videojuegos a casa de Pablo y Geo, otros amigos, y mientras esperábamos a que Carlos llegara, como siempre, platicábamos sobre su futura boda. Todas estas eran mis historias recurrentes en Colima, y vaya que podía hacerlas una y otra, y otra vez, y no cansarme. Y ahora estoy aquí (borracho y loco y mi corazón idiota, broma)... sintiéndome bien también, le dije a Isis a través de la línea telefónica. 

Creo que la palabra rutina puede estar subestimada. Si rutina es juntarme con Mau y Cabrer a tomar whisky los jueves por la noche (suena mamón, pero lo hacemos) o llegar a la oficina y que me reclamen sobre mis colimotismos o poner música por las mañanas mientras mi roomie trabaja (y que las cante aunque no se las sepa), entonces puedo decir que amo la rutina. Solo tratemos que siempre existan nuevas rutinas para que las anteriores no se vuelvan cansadas. 

Como punto de inflexión: en ocasiones da miedo salir y encontrarse con un mundo nuevo (o un mundo raro, diría José Alfredo). Pero allá afuera hay un montón de cosas nuevas e interesantes por intentar. No digo que todos los caminos conduzcan a la Ciudad de México, pueden intentar cambiar de ciudad, o de calle, de casa o de trabajo, pero créanme que siempre hay nuevas rutinas por intentar. Solo imaginen que la vida está hecha por capítulos, ¿cuál están viviendo justo ahora? Será que esta temporada ya se alargó más de la cuenta y el público está esperando un cambio (?). 

Esa noche la llamada finalizó con la tranquilidad de que en cualquier momento puedo marcar de nuevo y volver a comenzar. 

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Soy Fernando. A los 27 años me mudé a la Ciudad de México con un montón de miedos que se han ido quitando conforme pasa el tiempo. Cito a Colima en casi todas mis conversaciones.
Twitter: @NandoDeOca
Instagram: @NandoDeOca