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lunes, 18 de junio de 2018

Científicos encuentran una nueva manera de reparar el corazón roto





Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) espera detener la progresión de los ataques cardíacos hacia la insuficiencia cardíaca, esto con un nuevo dispositivo pequeño llamado “Therepi”.

El dispositivo contiene un reservorio que se adhiere directamente al tejido dañado del corazón. Una línea de recarga conecta el reservorio a un puerto en o debajo de la piel del paciente donde las terapias pueden ser inyectadas por el paciente o por un profesional de la salud.

Durante un estudio publicado en Nature Biomedical Engineering, un grupo de investigadores del MIT, Universidad de Harvard, el Real Colegio de Cirugía en Irlanda, Colegio Trinity de Dublín, el Centro de Materiales Avanzados e Investigación en BioIngeniería (AMBER) y la Universidad Nacional de Irlanda-Galway, detalla cómo Therepi puede ser utilizado para restaurar la función cardíaca.

“Después de un ataque cardíaco podríamos usar este dispositivo para administrar terapia y evitar así que el paciente sufra insuficiencia cardíaca”, explica Ellen Roche, coautora del estudio y profesora asistente del Departamento de Ingeniería Mecánica y del Instituto de Ingeniería Médica y Ciencia del MIT. “Si el paciente ya tiene algún grado de insuficiencia cardíaca, podemos usar el dispositivo para atenuar la progresión”.

Therepi se une directamente al tejido cardíaco dañado, se coloca sobre una moneda de diez centavos de dólar como referencia del tamaño del dispositivo. También se observa el puerto subcutáneo autosellante.

Dos de los sistemas más comunes actualmente utilizados para administrar terapias para prevenir la insuficiencia cardíaca son ineficaces e invasivos. En uno de los métodos, los medicamentos se administran de forma sistémica en lugar de administrarse directamente al sitio del daño, el volumen de medicamentos utilizados puede llegar a producir efectos secundarios tóxicos y, a menudo, solo una pequeña cantidad llega al tejido cardíaco dañado.

El otro método alternativo implica un procedimiento invasivo para inyectar directamente terapias en el músculo cardíaco. Dado que se necesitan dosis múltiples, esto requiere múltiples cirugías invasivas.

“Desde el punto de vista farmacológico, es un gran problema que se inyecte algo que no permanezca en el tejido dañado el tiempo suficiente como para hacer una diferencia”, dice William Whyte, primer autor del estudio.

Therepi aborda los problemas con los métodos actuales de administración de medicamentos mediante la administración de terapias localizadas y no invasivas tantas veces como sea necesario. El reservorio del dispositivo se puede implantar en el corazón en solo un procedimiento quirúrgico.

Fuente: UNAM