Vlada Vassilieva, catedrática del Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA) de la Universidad de Colima, participó en el Festival de Arte y Ciencia “El Aleph”, realizado en el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La catedrática universitaria participó los días 2 y 3 de junio como solista, en un concierto con la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), en el cual estuvo como director huésped Daye Lin, originario de China. Dicho evento tuvo como escenario la Sala Nezahualcóyotl.
El propósito del festival consiste en que, con la participación de los más destacados científicos y artistas a nivel nacional e internacional, se explore la unión entre arte y ciencia, la empatía y códigos de las computadoras, las neuronas y el conocimiento de las estrellas.
En entrevista, Vlada Vassilieva puntualizó que le sobran dedos de una mano para contar las veces que la Sinfonía no. 5 “Prometeo”, de Alexander Scribian, ha cobrado vida en los escenarios.
Puntualizó que el compositor de esta obra integra en la partitura una parte de luces, “que tienen un significado importante en la música, pues acompañan las sonoridades y armonías que se presentan en la obra musical”.
Aclaró que el estreno con luces, en México, lo realizó ella hace cinco años con la Orquesta Filarmónica de Jalisco, dirigida por el también catedrático del IUBA Anatoly Zatin, siendo ellos mismos los creadores, en esa ocasión, del esquema de las luces.
“Es una obra muy compleja de tocar, sofisticada y densa, tanto para el solista como para la parte orquestal. Es una obra donde todos los grupos de instrumentos tienen un papel importante que desempeñar. Es un trabajo profundo el que se hace”, describió.
Este tipo de música, señaló, “no sólo en México sino en todo el mundo se toca poco, no es una música común, masiva. Al contrario, es una música más elitista, no quiero decir para conocedores porque no quiero limitar el hecho de que cualquier persona puede disfrutarla, pero si conoces más acerca de la obra y de lo que estás escuchando, el porqué de las luces y de tal o cual motivo, es más disfrutable”.
Sobre la invitación que recibió para tocar la obra musical de Alexander Scribian por parte de la OFUNAM y del festival, indicó: “Tengo la corazonada de que poca gente la toca y el autor es parte de mi repertorio, de mi faceta como solista; la conozco muy bien, aunque no se aprende rápidamente. Además, por al antecedente de que ya la había interpretado y publiqué hace poco un artículo donde describo el simbolismo que nos presenta; creo que me invitaron”, finalizó.