Casa. Un provinciano en la ciudad por Fer Montes de Oca.

Volví a Colima. Con más panza y menos cabello, algo que mi madre me hizo notar desde el primer minuto. Ella hizo el desayuno, fue una acción tan familiar que me hizo recordar a Cerati y su té para tres, donde acertadamente decía que no hay nada mejor que casa. En mi miniviaje me dispuse a enumerar algunas maneras de resignificar el concepto de casa. 

Se las comparto [espero que sean tan universales para que se sientan identificados]. 

Jardín bonito de Colima Foto: @nandodeoca

——-

Mamá preparó el desayuno mientras me actualizaba de la familia, la casa, y su negocio. Tomó una taza y sirvió el café con canela en ella. Continuó poniéndome al día.

Casa: lugar donde, al saber tus gustos, no te preguntan si quieres café*, sólo lo sirven.

*Llámese café, cerveza, té, o su bebida favorita. 

———-

Quedamos de vernos en casa de Jossua para partir a la playa. Me fui con Fernanda y sus hijos. Nos actualizamos de las relaciones, el trabajo, los conflictos emocionales y los planes para la segunda mitad del 2018.

Amo los viajes en carretera, sobre todo aquellos que compartes con la gente que te entiende. La conversación fluía, con los gritos de los niños que viajaban en el asiento trasero y la música que sonaba en el estéreo. De repente, una canción conocida.

Casa: momento en donde interrumpes una conversación y le subes a la música para cantar* una canción conocida. Al finalizar, sueles bajar el volumen y continuar el tema justo donde se pausó.

*Aplica también para bailar una canción , como “Qué Bello”.

————

Hubo un reencuentro no planeado. Quedé de ver a Lorena en el Café Buendía, lugar donde trabaja Ursula. En menos de una hora se unieron Roberto y Germán, todos estudiamos donde mismo y también había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.

Tomamos café, algunos cerveza, otros más una bebida a base de matcha. Recordamos anécdotas que hemos contado una y otra vez a otras personas. Estaban ahí los y las protagonistas de las historias que cuento cuando platico sobre mis últimos días de estudiante. Reímos al rememorar los momentos épicos de una época pasada, pero que fue tan importante como la actual.

Casa: cuando te reúnes con tus amigos de tiempo atrás y recuerdas anécdotas y ríen. Ríen tanto hasta que el estómago comienza a doler. 

———-

En este viaje no vi a Isis o a Ponce, mis dos grandes amigos. Sin embargo platiqué con ellos a través de WhatsApp. Nos actualizamos, enviamos fotos, contamos chismes. 

Casa: mensajes que mandas a personas importantes con las que no compartes espacio. O sea, que están a cientos o miles de kilómetros. 

———

Se terminó el viaje. Regresé al DF, a las multitudes, al ruido, a las distancias. Estaba cansado y quería acostarme en mi cama.

Casa: lugar* donde puedes echarte y descansar.

*Llámese tu cama, el sillón de un café donde leerás un libro o estar recargado sobre la persona que quieres.

———-

Me alegra estar de vuelta, con las nuevas [y ya no tan nuevas] personas y con los lugares que cada vez se vuelven más conocidos. Me alegra saberme aquí y allá a la vez. 

Casa puede ser un lugar, un momento, un mensaje, una persona [o varias]. Casa es un café por la mañana, un viaje en carretera, una risa incontrolable, un mensaje inesperado. Casa, al final de cuentas, es estar donde y con quien quieres estar, cerquita o lejitos, según sea el momento. 

Chapultepec, Ciudad de México. Foto: @nandodeoca

Soy Fernando. A los 27 años me mudé a la Ciudad de México con un montón de miedos que se han ido quitando conforme pasa el tiempo. Cito a Colima en casi todas mis conversaciones.

Twitter: @NandoDeOca

Instagram: @NandoDeOca