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miércoles, 8 de agosto de 2018

Discriminación sin querer queriendo. Un provinciano en la ciudad por Fer Montes de Oca


Domingo por la noche. Decidimos ir por tacos a la esquina, yo visto unos shorts negros deportivos, y una camisa blanca con rayas de colores. Decido complementar mi outfit con una chamarra azul y unos tenis rojos, sin calcetas. Antes de salir, volteo y pregunto ¿crees que es correcto salir así? “Estás en la Ciudad de México, aquí a la gente le vale cómo te vistas”, me responde. 

 

Me puse a reflexionar un poco. 

 

El pasado lunes, 6 de agosto, se presentaron los resultados de la más reciente Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis), realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Universidad Nacional (UNAM). Una de cada cinco personas mayores de 18 años en México fueron discriminadas durante 2017. Los mexicanos discriminamos a otros mexicanos por su apariencia física, su arreglo personal, su edad, sus preferencias sexuales y por profesar una religión distinta a la católica. 

 

Colima, el segundo estado con mayor discriminación en México

 

Una de cada cinco personas consultadas en la entidad reconoció haber recibido insultos o burlas por alguna característica o condición personal, como su tono de piel, su preferencia sexual, su forma de vestir o arreglo personal, peso, estatura, edad o creencias religiosas, entre otras, de acuerdo con EstacionPacifico.com.

 

Colima sólo es superado por Puebla en cuanto a la prevalencia de discriminación; al nada honroso top 5 se unen Guerrero, Oaxaca y Morelos. 

 

A nivel nacional, el principal motivo de discriminación fue la apariencia (56.5 %), seguido de la manera de hablar (27.7 %), la edad (26.9 %), las creencias religiosas (24.8 %), el lugar donde vive la persona (21.7 %) y hasta el 19.7 % fueron rechazados en razón de su clase social. Las personas con discapacidad, los indígenas, aquellas que profesan una religión distinta a la católica, las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores son los grupos con mayor discriminación. 

 

¿Quién eres y por qué no estás limpiando mi cocina?

 

Los mexicanos tenemos sentido del humor, y en nuestro afán de ser graciosos usamos refranes populares y frases racistas sin darnos cuenta. El internet ha venido a magnificar nuestro racismo. Los jóvenes, en su mayoría, comparten memes y videos editados en redes sociales que incitan a la discriminación. 

 

Meme racista

 

El meme anterior es un reflejo de que los mexicanos discriminamos parejo. Una encuesta de la Conapred mostró que 20 % de las personas en México no se sienten a gusto con su tono de piel. ¿Existe una veneración a la piel blanca en nuestro país? Al parecer sí. “En México la desigualdad tiene la piel morena", señala Federico Navarrete, historiador y miembro del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, quien en su libro “México racista: una denuncia”, explica la situación de clasismo derivado del color de la piel que padece México. Las telenovelas y los anuncios publicitarios amplían este racismo al colocar a personas morenas en roles secundarios, o bien, simplemente omitiéndolas. 

 

Si yo les dijera: “las tías también comparten contenido discriminatorio sin darse cuenta”. Suponiendo que ustedes capten la idea generalizada de que “las tías” son aquellas mujeres que sólo comparten frases de superación, refranes, piolines y fake news a través de las redes sociales. Bueno, entonces tanto ustedes como yo estaríamos discriminándolas.

 

Meme racista 

 

Es que un problema que tenemos arraigado que habría que pensar dos veces antes de hablar para poder hacerlo en un lenguaje correcto, sin discriminaciones. Las frases coloquiales abundan: “trabajo como negro para vivir como blanco”, “cara de Olmeca”, “siempre hay un prietito en el arroz”, son algunos ejemplos de dichos mexicanos que discriminan, y sí, los usamos adiestra y siniestra. 

 

Cashi shin querer

 

Lo admito. Yo solito me he discriminado o he discriminado pasivamente a mis amigos. Hace varios ayeres una amiga me confesó que no había hecho la Primera Comunión, mucho menos la Confirmación. Me quedé sorprendido, y a partir de entonces me burlaba diciéndole que “se iría al infierno”. Ni siquiera es algo que yo profese del todo. Sí, tengo todos los sacramentos que podían hacerse cuando niño, mi abuela se encargó de eso, y en mi familia está tan normalizado a que se cumplan que me han hecho creer que no puede ser nada bueno que alguien no esté bautizado. Ha de tener el diablo dentro. 

 

Volviendo al inicio de cómo debía salir vestido un domingo por la noche, y al argumento de que en la capital no te juzgan por cómo vestir, puedo argumentar que la Ciudad de México está en el puesto 7 en cuanto a los estados con mayor prevalencia de discriminación, con 23.7 %, arriba del promedio. Comparado con Colima, sí, existe menos. Y tengo que admitir que uno se siente más libre aquí. Puedes vestirte como quieras, puedas peinarte como quieras, puedes ir de la mano con quien quieras y las miradas inquisidoras serán menos que en provincia. 

 

Hace unas semanas le explicaba a un amigo sobre los concursos de belleza interuniversitarios en Colima. Le sorprendió que existieran eventos escolares donde se coronaba a “la más guapa” y “a la flor más bella del ejido”. Imagínense cómo se burló cuando le dije que yo me encargaba de conducir esos concursos. 

 

Admito que en la capital hay cierta discriminación hacia la provincia. Aunque creo que es algo recíproco, ¿no? También nosotros tenemos percepciones, a veces equivocadas, sobre cómo viven los capitalinos. Yo nunca me he sentido discriminado, al contrario, trato de compartir nuestras tradiciones de una manera muy orgullosa, y cuando lo hago, caigo en cuenta que los mexicanos estamos regidos por estereotipos.

 

¿Vieron el hashtag en Twitter #ChilangosViviendoEnProvincia? Se viralizó por las declaraciones de López Obrador de descentralizar el gobierno federal. 

 





 

Admito que fue gracioso. A mí me encanta vivir con la etiqueta de provinciano. Aunque odie las etiquetas. Los chistes y bromas entre amigos, “acá en corto”, pueden ser divertidas, pero antes de lanzarlos pregúntense: ¿hay alguien de su grupo que ha sido discriminado?, ¿están conscientes que ustedes pueden ser el/la próximo?, quizá ustedes pueden saber que es una broma y que realmente es un tema delicado, pero hay muchas personas allá afuera que de verdad consideran que está mal ser gay o ser moreno. No magnifiquemos su estupidez. No le hagamos creer que nosotros también somos uno de ellos.

 

Y si mañana quieren salir al Taco Loco en botas, shorts deportivos negros y camisa de manga larga, háganlo y que les valga madre.






Soy Fernando. A los 27 años me mudé a la Ciudad de México con un montón de miedos que se han ido quitando conforme pasa el tiempo. Cito a Colima en casi todas mis conversaciones.
Twitter: @NandoDeOca

Instagram: @NandoDeOca

 

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