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domingo, 19 de agosto de 2018

DON MIGUELITO MARTINEZ Entre los personajes que la leyenda colimense se recuerda, se encuentra un anciano llamado Miguel Martínez a quien cariñosamente se le hablaba siempre por "Don Miguelito" . y que vivía en opinión de santo. Algunas obras meritorias de verdad, lo hacen acreedor a la gratitud y al recuerdo de Colima, como la fundación del Templo de La Salud que fue por mucho tiempo centro de religiosidad, incentivo del comercio popular y desahogo de sentimientos aflictivos, clausurada posteriormente por aviesos manejos políticos y aunque no tomamos como ciertas todas las anécdotas de su vida, referiremos las siguientes: Una señora que esperaba en su hogar el advenimiento de un niño, se acercó a Dn. Miguelito y le dijo : de un niño, se acercó a Dn . ligiiclito y le dijo : -Señor, yo quiero que Ud. bautice mi hijo. D. Miguelito le contestó con toda amabilidad y como aceptando el compadrazgo : Sí se lo bautizo, pero solamente con una condición, que sea hombre y nazca el día de San Miguel. Y la casualidad o la clarividencia hicieron que se realizaran los deseos de la señora, pues el niño fue varón y nació el dia de San Miguel. En otra ocasion se acercó a D. Miguelito una señora llorosa y aflijida que buscaba un niño que se le había perdido y suponíalo cerca del río, pues cerca de éste vivía la señora, y pudiera el niño haberse ahogado o extraviado jugando por sus márgenes. D. Miguelito, que atendía a la señora en los momentos en que una parvada de garzas atravezaban el espacio, le contestó a la señora: -Mira esas garzas, van a beber agua del río; fíjate dónde se detienen, y allí encontrarás a tu hijo. La señora siguió con la mirada angustiosa el vuelo de las garzas, observo el lugar en donde se detenían, se fue hacia él y allí encontró a su hijo, tal como se lo había dicho Don Miguelito. Una vez pasaba D. Miguelito frente a una cantina en que había varios tomadores que, dirigiéndose a él, lo invitaron a tomar con ellos una copa, D . Miguelito nunca tomaba, era de costumbres muy correctas, muy piadoso y de bondadoso carácter. -Muchas gracias, -contestó a la invitación, -ya saben Uds. que nunca tomo. ---Andele, D . Miguelito insistieron, - nomás una copa se toma con nosotros ( y dirigiéndose a la cantinera ), -sírvale un cuarto de vino. D, Miguelito no pudo excusarse y fue preciso acompañar a los bebedores. Tomó su copa y la empinó, pero dejó un rastro apreciable en ella. Se despidió y se retiró de la Cantina. Comentando el incidente, uno de los bebedores observó: - No se acabó el vino D. Miguelito. -Cómo querías que se lo acabara, -replicó otro,- ,No ves que nunca toma?. -Pues yo me bebo lo que dejó, -agregó el primero - y tomando la copa, la empinó; pero luego echó de la boca al suelo lo que había tomado, diciendo a la cantinera: -Qué fué lo que sirva señora?, ésto es agua y no vino. La cantinera mostró la botella de donde había estado sirviendo el vino a los parroquianos, y a la vez les hizo ver que no había manera de haberse equivocado con el agua, pues ésta no estaba en botellas, sino en cántaros de barro cocido. En otra ocasión se acercó una señora a la casa de D. Miguelito, la encontró cerrada, tocó varias veces sin que se le abiera. Observó un poco y escuchó conversación de varias personas dentro, por lo que dudaba de que la casa estuviera sola. Por fin, callaron las voces y se abrió la puerta, paso la señora y después del acostumbrado saludo, viendo que se encontraba solo D. Miguelito, le dijo la señora: -Yo creía que tenía Ud. visita, pues oí la voz de obras personas. Sí, -Ie contestó D. Miguelito-, estuvieron aquí (dió los nombres de algunos personajes celestiales), -lo que demostraría que el Sr. Martínez tenía alucinaciones; siendo rara la coincidencia de haber escuchado voces extrañas la persona visitante. Debo agregar que el Sr. D. Miguel Martínez vivía en Colima por el año de 1833• Historia Pintoresca de Colima. Dr. Miguel Galindo August 19, 2018 at 01:14PM


Colima Antiguo https://ift.tt/2MXZcsF DON MIGUELITO MARTINEZ Entre los personajes que la leyenda colimense se recuerda, se encuentra un anciano llamado Miguel Martínez a quien cariñosamente se le hablaba siempre por "Don Miguelito" . y que vivía en opinión de santo. Algunas obras meritorias de verdad, lo hacen acreedor a la gratitud y al recuerdo de Colima, como la fundación del Templo de La Salud que fue por mucho tiempo centro de religiosidad, incentivo del comercio popular y desahogo de sentimientos aflictivos, clausurada posteriormente por aviesos manejos políticos y aunque no tomamos como ciertas todas las anécdotas de su vida, referiremos las siguientes: Una señora que esperaba en su hogar el advenimiento de un niño, se acercó a Dn. Miguelito y le dijo : de un niño, se acercó a Dn . ligiiclito y le dijo : -Señor, yo quiero que Ud. bautice mi hijo. D. Miguelito le contestó con toda amabilidad y como aceptando el compadrazgo : Sí se lo bautizo, pero solamente con una condición, que sea hombre y nazca el día de San Miguel. Y la casualidad o la clarividencia hicieron que se realizaran los deseos de la señora, pues el niño fue varón y nació el dia de San Miguel. En otra ocasion se acercó a D. Miguelito una señora llorosa y aflijida que buscaba un niño que se le había perdido y suponíalo cerca del río, pues cerca de éste vivía la señora, y pudiera el niño haberse ahogado o extraviado jugando por sus márgenes. D. Miguelito, que atendía a la señora en los momentos en que una parvada de garzas atravezaban el espacio, le contestó a la señora: -Mira esas garzas, van a beber agua del río; fíjate dónde se detienen, y allí encontrarás a tu hijo. La señora siguió con la mirada angustiosa el vuelo de las garzas, observo el lugar en donde se detenían, se fue hacia él y allí encontró a su hijo, tal como se lo había dicho Don Miguelito. Una vez pasaba D. Miguelito frente a una cantina en que había varios tomadores que, dirigiéndose a él, lo invitaron a tomar con ellos una copa, D . Miguelito nunca tomaba, era de costumbres muy correctas, muy piadoso y de bondadoso carácter. -Muchas gracias, -contestó a la invitación, -ya saben Uds. que nunca tomo. ---Andele, D . Miguelito insistieron, - nomás una copa se toma con nosotros ( y dirigiéndose a la cantinera ), -sírvale un cuarto de vino. D, Miguelito no pudo excusarse y fue preciso acompañar a los bebedores. Tomó su copa y la empinó, pero dejó un rastro apreciable en ella. Se despidió y se retiró de la Cantina. Comentando el incidente, uno de los bebedores observó: - No se acabó el vino D. Miguelito. -Cómo querías que se lo acabara, -replicó otro,- ,No ves que nunca toma?. -Pues yo me bebo lo que dejó, -agregó el primero - y tomando la copa, la empinó; pero luego echó de la boca al suelo lo que había tomado, diciendo a la cantinera: -Qué fué lo que sirva señora?, ésto es agua y no vino. La cantinera mostró la botella de donde había estado sirviendo el vino a los parroquianos, y a la vez les hizo ver que no había manera de haberse equivocado con el agua, pues ésta no estaba en botellas, sino en cántaros de barro cocido. En otra ocasión se acercó una señora a la casa de D. Miguelito, la encontró cerrada, tocó varias veces sin que se le abiera. Observó un poco y escuchó conversación de varias personas dentro, por lo que dudaba de que la casa estuviera sola. Por fin, callaron las voces y se abrió la puerta, paso la señora y después del acostumbrado saludo, viendo que se encontraba solo D. Miguelito, le dijo la señora: -Yo creía que tenía Ud. visita, pues oí la voz de obras personas. Sí, -Ie contestó D. Miguelito-, estuvieron aquí (dió los nombres de algunos personajes celestiales), -lo que demostraría que el Sr. Martínez tenía alucinaciones; siendo rara la coincidencia de haber escuchado voces extrañas la persona visitante. Debo agregar que el Sr. D. Miguel Martínez vivía en Colima por el año de 1833• Historia Pintoresca de Colima. Dr. Miguel Galindo

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