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lunes, 3 de diciembre de 2018

EL "INDIO" ALONSO Primera Parte Vicente Alonso Teodoro, alias “El Indio Alonso", natural de Zacualpan, Comala que se hizo famoso durante la época del Villismo en nuestro Estado. Nació en el poblado de Zacualpan, municipio de Comala en el penúltimo decenio del siglo XIX, siendo de familia muy pobre y… la generalidad de los nativos de ese lugar, en donde los cultivos de maíz se hacen en pequeña escala, dedicándose muchos nativos a la explotación de la cáscara de encino, sustancia tanina empleada en el curtimiento de pieles. Vicente siguiendo la costumbre se dedicaba a esa tarea en compañia de su hermano Melesio que era menor que él, y cuando se remontaban al cerro para efectuar su trabajo llevaban una pequeña carabina que les servia para cazar algún animal o para la legitima defensa. Habia por ese tiempo un policia de nombre Eugenio Rivera que “le tenia ganas" al arma de los Alonso y en cierta ocasión cuando Vicente se encontraba atareado en su labor, aprovechó Rivera que el arma estaba recargada en un encino al cuidado de Melesio y sin decir agua va la tomó en presencia del muchacho al cual amenazó haciéndolo llorar. Cuando supo Vicente lo sucedido, juró matar a Rivera donde lo encontrara y se puso a espiar sus movimientos, teniendo conocimiento de que escoltaría la “raya" para pagarle a los de la Colima Lumber & Co.. convidó a un amigo para “hacer aquel remiendito" y se situaron en un lugar a donde por la fuerza tenia que pasar la conducta. Hicieron fuego dándole muerte a quien buscaban y un americano, que era el portador del dinero, creyendo que se trataba de un asalto para robarles, disparó su pistola en contra de los asesinos de Rivera, recibiendo contestación con una descarga que le mató el caballo echándose a huir. Alonso y su compañero se acercaron al cadáver quitándole las armas que portaba y cuando se acercaron al caballo del “gringo" (Charles S. Temple) y abrieron las cantinas, con sorpresa vieron que se encontraban repletas de billetes de banco; una mula aparejada que también encontraron estaba cargada con plata, todo lo cual acordaron enterrarlo al pie de un limón solamente de ellos conocido. Cuando en esta ciudad se supo lo acontecido a la “raya", se destacaron fuerzas policíacas en persecución de los autores (Vicente Alonso se entrega voluntariamente, aconsejado por su patrón) fueron aprehendidos e internados en la cárcel general, la cual se encontraba en donde tuvo su negocio el señor Don Francisco Zaragoza. Alli los iban a visitar algunos amigos, entre ellos un señor de nombre Librado Haro, a quien el compañero del Indio indicó donde se encontraba el dinero y ni corto ni perezoso, comenzó a sacarlo depositándolo en una troje de maiz que tenía en Comala, de donde a su vez, le fue robado por su hermano Jesús que dio con la "tatema". Furioso se puso el indio cuando se dió cuenta de que su compañero lo robaba y para vengarse, en un dia de visita a la prisión en que se les permitia a los reos subir a la azotea del penal, estando platicando con su compañero en la orilla, le dio un empujón para tirarlo abajo, estrellándose contra las baldosas y muriendo instantáneamente. Asi se vengó el Indio de la mala jugada que le hizo aquel en quien confiaba... A la llegada de los carrancistas fue puesto en libertad, lo mismo que todos los presos, menos uno de apellido Cano que se rehusó a abandonar la prisión, se fue nuevamente al cerro formando un pequeño grupo de seis con otros tantos perseguidos por la justicia y en esa forma comenzó sus correrías, respaldándose en la bandera del villismo “pa’ tener bandera alguna”, según sus propias palabras, reconociendo como jefe a Pedro Zamora, el que lo mandó llamar a La Sidra para darle instrucciones sobre la forma de llevar la campaña en este Estado, pues acababa de sufrir una derrota por las fuerzas que manadaba el general Agustín Olachea (quien llegó a ser Secretario de la Defensa Nacional). Lino Araiza (a quien se debe esta narración), encontrándose en cierta ocasión en Zacualpan, por encontrarse también fuera de la acción de la justicia se entervistó por primera vez con el Indio, el cual sabiendo lo que le pasaba le dijo "muchacho, se que también a ti te persiguen, únete a nosotros para que en grupo podamos defendernos" y así fue, como aceptando aquella invitación, ingresó a la Revolución en el bando antes dicho... (Continuará) Ricardo B. Núñez Imagen: la ficha de ingreso a la Cárcel General del Estado de Vicente Alonso Teodoro, mejor conocido como “El indio Alonso”, natural de Zacualpan, Comala. El ingreso a prisión de este personaje se debió a que, con sus cómplices, asaltó al norteamericano Charles F. Temple a quien robó la raya de los trabajadores de la Colima Lumber Company que construían en el Cerro Grande la “vía herrada” por donde el ferrocarril bajaría la madera a la estación “El Balcón”, situada en las inmediaciones del Rancho de Villa. Como se aprecia en la parte superior de la fotografía se pueden leer los delitos de asalto y homicidio, ya que en el robo perdió la vida un rural de nombre Eugenio Rivera que era el custodio del norteamericano que sí logró salvar la vida. El asalto fue perpetrado en las inmediaciones de Zacualpan el 5 de junio de 1909. El indio Alonso se entregó voluntariamente a las autoridades el 29 de junio de ese año, aconsejado por Justo Salazar, propietario del rancho “Buenavista”, donde Alonso encontró trabajo y se refugió después de haber cometido el asalto. Arq Miguel Villalpando December 03, 2018 at 05:46PM


Colima Antiguo https://ift.tt/2Q8gFV4 EL "INDIO" ALONSO Primera Parte Vicente Alonso Teodoro, alias “El Indio Alonso", natural de Zacualpan, Comala que se hizo famoso durante la época del Villismo en nuestro Estado. Nació en el poblado de Zacualpan, municipio de Comala en el penúltimo decenio del siglo XIX, siendo de familia muy pobre y… la generalidad de los nativos de ese lugar, en donde los cultivos de maíz se hacen en pequeña escala, dedicándose muchos nativos a la explotación de la cáscara de encino, sustancia tanina empleada en el curtimiento de pieles. Vicente siguiendo la costumbre se dedicaba a esa tarea en compañia de su hermano Melesio que era menor que él, y cuando se remontaban al cerro para efectuar su trabajo llevaban una pequeña carabina que les servia para cazar algún animal o para la legitima defensa. Habia por ese tiempo un policia de nombre Eugenio Rivera que “le tenia ganas" al arma de los Alonso y en cierta ocasión cuando Vicente se encontraba atareado en su labor, aprovechó Rivera que el arma estaba recargada en un encino al cuidado de Melesio y sin decir agua va la tomó en presencia del muchacho al cual amenazó haciéndolo llorar. Cuando supo Vicente lo sucedido, juró matar a Rivera donde lo encontrara y se puso a espiar sus movimientos, teniendo conocimiento de que escoltaría la “raya" para pagarle a los de la Colima Lumber & Co.. convidó a un amigo para “hacer aquel remiendito" y se situaron en un lugar a donde por la fuerza tenia que pasar la conducta. Hicieron fuego dándole muerte a quien buscaban y un americano, que era el portador del dinero, creyendo que se trataba de un asalto para robarles, disparó su pistola en contra de los asesinos de Rivera, recibiendo contestación con una descarga que le mató el caballo echándose a huir. Alonso y su compañero se acercaron al cadáver quitándole las armas que portaba y cuando se acercaron al caballo del “gringo" (Charles S. Temple) y abrieron las cantinas, con sorpresa vieron que se encontraban repletas de billetes de banco; una mula aparejada que también encontraron estaba cargada con plata, todo lo cual acordaron enterrarlo al pie de un limón solamente de ellos conocido. Cuando en esta ciudad se supo lo acontecido a la “raya", se destacaron fuerzas policíacas en persecución de los autores (Vicente Alonso se entrega voluntariamente, aconsejado por su patrón) fueron aprehendidos e internados en la cárcel general, la cual se encontraba en donde tuvo su negocio el señor Don Francisco Zaragoza. Alli los iban a visitar algunos amigos, entre ellos un señor de nombre Librado Haro, a quien el compañero del Indio indicó donde se encontraba el dinero y ni corto ni perezoso, comenzó a sacarlo depositándolo en una troje de maiz que tenía en Comala, de donde a su vez, le fue robado por su hermano Jesús que dio con la "tatema". Furioso se puso el indio cuando se dió cuenta de que su compañero lo robaba y para vengarse, en un dia de visita a la prisión en que se les permitia a los reos subir a la azotea del penal, estando platicando con su compañero en la orilla, le dio un empujón para tirarlo abajo, estrellándose contra las baldosas y muriendo instantáneamente. Asi se vengó el Indio de la mala jugada que le hizo aquel en quien confiaba... A la llegada de los carrancistas fue puesto en libertad, lo mismo que todos los presos, menos uno de apellido Cano que se rehusó a abandonar la prisión, se fue nuevamente al cerro formando un pequeño grupo de seis con otros tantos perseguidos por la justicia y en esa forma comenzó sus correrías, respaldándose en la bandera del villismo “pa’ tener bandera alguna”, según sus propias palabras, reconociendo como jefe a Pedro Zamora, el que lo mandó llamar a La Sidra para darle instrucciones sobre la forma de llevar la campaña en este Estado, pues acababa de sufrir una derrota por las fuerzas que manadaba el general Agustín Olachea (quien llegó a ser Secretario de la Defensa Nacional). Lino Araiza (a quien se debe esta narración), encontrándose en cierta ocasión en Zacualpan, por encontrarse también fuera de la acción de la justicia se entervistó por primera vez con el Indio, el cual sabiendo lo que le pasaba le dijo "muchacho, se que también a ti te persiguen, únete a nosotros para que en grupo podamos defendernos" y así fue, como aceptando aquella invitación, ingresó a la Revolución en el bando antes dicho... (Continuará) Ricardo B. Núñez Imagen: la ficha de ingreso a la Cárcel General del Estado de Vicente Alonso Teodoro, mejor conocido como “El indio Alonso”, natural de Zacualpan, Comala. El ingreso a prisión de este personaje se debió a que, con sus cómplices, asaltó al norteamericano Charles F. Temple a quien robó la raya de los trabajadores de la Colima Lumber Company que construían en el Cerro Grande la “vía herrada” por donde el ferrocarril bajaría la madera a la estación “El Balcón”, situada en las inmediaciones del Rancho de Villa. Como se aprecia en la parte superior de la fotografía se pueden leer los delitos de asalto y homicidio, ya que en el robo perdió la vida un rural de nombre Eugenio Rivera que era el custodio del norteamericano que sí logró salvar la vida. El asalto fue perpetrado en las inmediaciones de Zacualpan el 5 de junio de 1909. El indio Alonso se entregó voluntariamente a las autoridades el 29 de junio de ese año, aconsejado por Justo Salazar, propietario del rancho “Buenavista”, donde Alonso encontró trabajo y se refugió después de haber cometido el asalto. Arq Miguel Villalpando

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