A través de redes sociales, usuarias del metro de la Ciudad de México han denunciado intentos de secuestro en las instalaciones del servicio de transporte público. La forma en la que operan los delincuentes es conocida como “¡Cálmate mi amor!”, pues hombres simulan que la víctima es su pareja sentimental y actúa como si ella estuviera “haciendo un berrinche”. Acto seguido, la toma del brazo y la lleva a otro lugar donde hay más personas participando.
Una joven narró en Facebook cómo encontró a un hombre grande sujetando a una chica como de 1.60 metros. Relató que la víctima iba pálida y con una cara de miedo impresionante. Se acercó y decidió actuar: “suelte a mi hermana o le hago un pinche desmadre aquí”. Nadie dentro del vagón se acercó a ayudar, ni siquiera cuando el hombre las tomó a las dos. Estas jóvenes lograron escapar, corriendo literalmente del secuestrador.
Así, numerosas historias se han publicado en Twitter y Facebook las últimas semanas. A raíz de estas publicaciones, el Metro de la Ciudad de México informó en un comunicado que “en ninguna de las 195 estaciones de la Red del Metro hay registros de denuncias asociadas a intento de secuestro”. Sin embargo, en varios de los testimonios se reporta que a pesar de haber presentado la denuncia de manera formal, sus casos no han prosperado.
Cuidarnos entre todos y todas
En el portal El Big Data, Karina Bolaños, del colectivo “Vivas nos Queremos”, dio recomendaciones para apoyar en este tipo de casos. Si estamos presenciando un secuestro podemos acercanos al sujeto y preguntarle datos concretos, como el nombre de la supuesta novia o el destino de su recorrido, o bien, grabar con el celular para tener evidencias del secuestrador, esto mientras tomamos de la mano a la víctima.
Ante los testimonios de mujeres, el consejo ciudadano compartió en su cuenta de tuiter unos tips de seguridad para las mujeres que viajan en metro. Estos van desde mantenerte siempre alerta, hasta evitar usar audífonos, dormir o seguir una ruta determinada. Varias personas tomaron estas recomendaciones como tips misóginos, pues la comisión de este tipo de delitos no recae en el comportamiento de las posibles víctimas.
“Les faltó el ‘evita ser mujer’”, tuiteó @Lau_Fnts88; “yo siempre me dormía en el metro, entonces si me pasaba algo parte de la culpa sería mía por no estar atenta”, dijo @Patrcia51015.
Karina Bolaños agrega que si tú eres la víctima grites fuego o que está temblando, para llamar la atención de las personas alrededor; también puedes gritar fuerte que es un secuestro y abrazar a una persona que esté cerca de ti. Puedes ver un video explicativo aquí.
Como hombre, nunca me he sentido acosado en el transporte público y desde que me mudé a la Ciudad de México no había experimentado la ansiedad de que alguien no contestara el teléfono inmediatamente… hasta que mi hermana y mi mamá vinieron de visita. En diciembre, decidieron ir en Didi a la Basílica y de ahí mudarse al Zócalo, donde yo las encontraría más tarde. Ellas nunca habían usado el servicio de esa aplicación, y aunque les expliqué, y entendieron, me quedé preocupado. Les envié un mensaje por WhatsApp que respondieron a la hora, ¡a la hora! Durante esos 60 minutos mi mente comenzó a repasar la cantidad de cosas que había leído sobre la inseguridad en la capital. Nunca me había preocupado por mí en meses, y una tarde me valió para sentir desesperación porque dos mujeres estuvieran solas en el transporte.
¡Así no se puede vivir! Y sé, que mientras las cosas no cambien en el país, el tránsito libre de las mujeres por las calles no será ni libre, ni placentero. Se tendrá que ir a alerta, como lo expone el Consejo Ciudadano, que, por cierto, a raíz de los comentarios de las usuarias en tuiter, tuvo que sacar otro infográfico donde promueve el no acoso.
Aquí un gráfico de las estaciones de metro de la CDMX con más intentos de secuestro.
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| Mapa vía Zoé Láscari, tomado de @ViceNewsES. |
Mientras llega el día en el que ellas puedan viajar seguras, es deber de todos apoyarnos y cuidarnos. Únete. Mujer, yo sí te creo. #NiUnaMás #VivasLasQueremos.