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miércoles, 20 de junio de 2018

Un ride colaborativo y una llanta ponchada en día festivo. Un provinciano en la ciudad por Fer Montes de Oca

Después del terremoto de 2003 en Colima, mi mamá decidió comprarme un celular. Era del tamaño de un teléfono inalámbrico, que se cargaba, de hecho, como un teléfono inalámbrico. Mi abuela se enojó demasiado por ese regalo, creía que las radiaciones podrían hacerme daño (y según esta nota de BBC, no estaba tan errada). 

 

Paréntesis cortito para decir algo bonito sobre mi abue: mi mamá Celia, como nos pedía le llamáramos, podría no usar celular, pero sí usaba una computadora, incluso atendía uno de los cibercafés que mis tíos tenían por allá del 2007. Si no mal recuerdo, su cuenta de messenger (sí, de messenger) era celiaurzuazamora@hotmail.com. Por esa vía solía decirme que había cocinado taquitos entomatados para invitarme a comer.

 

A lo que voy es que mi abue era moderna a la antigua. No autorizaba el uso de celular y probablemente tampoco hubiera aceptado que yo viajara con desconocidos a través del ride colaborativo. Aquí mi historia.

 

En noviembre usé un ride colaborativo en la CDMX

 

He usado el servicio de Bla Bla Car en contadas ocasiones. Lo utilicé un par de veces para ir de Colima a Guadalajara y viceversa, o sea, poco más de 200 kilómetros equivalentes a 2 horas, ¿pero usarlo de CDMX a Jalisco? Pensé que no habría mayores inconvenientes. 

Sí los hubo.

 


Foto: @NandoDeOca 

 

El auto de Gustavo era amplio y cómodo. Aún estaba oscuro cuando comenzó el viaje. La temática principal durante las primera hora y media fue el sismo del 19 de septiembre. 

Pasadas las 7 de la mañana un ruido extraño hizo que la conversación se detuviera: se había ponchado una llanta. 

 

¿Dónde cambiar una llanta ponchada en medio de la carretera a las 7 de la mañana en el puente del 2 de noviembre? No lo sabíamos. 

 

El estrés reinó durante unos 30 minutos mientras hacía un frío madrugador. Gustavo traía llanta de refacción, gato hidráulico, pero faltaba una pieza para quitar los pernos del neumático. 

 

En un Oxxo cercano estaba un trabajador de los llamados Ángeles Verdes. Eso es suerte, pensamos. Puso la llanta de repuesto y nos indicó que en el pueblo siguiente podría haber una llantera (era Atlacomulco, el lugar que vio nacer a nuestro futuro expresidente, Enrique Peña Nieto).

 

Llegamos a 2 llanteras y nada. El estrés volvió durante 10 minutos más. El tercer lugar fue el ganador. Por $700 pesos cambiaron las ruedas traseras del auto.

 

Un famoso restaurante en medio de la carretera

 

El incidente llantístico nos había retrasado más de una hora. Debíamos haber llegado a Guadalajara a las 11:30 de la mañana, pero eran las 9 y no íbamos ni a medio camino. Hacía hambre. Horas atrás alguien había mencionado un café sobre la autopista México-Morelia. Gustavo, un tanto apenado por el retraso, decidió invitarnos a desayunar a este lugar llamado Café Km 118

 



 

Es una cafetería no-tan-pequeña a lado del camino, a la altura de Maravatío. El personal, vestido ad hoc al día de muertos, nos mostró el menú: tortas de milanesa, huevos al gusto, chilaquiles, enchiladas, postres y café. 

 

Foto: @NandoDeOca 



Foto: @NandoDeOca 




 

No podría hacer una crítica más especializada del lugar porque en realidad no teníamos cabeza para eso, sólo queríamos comer y aprovechar el momento para conocernos. Gustavo era trabajador en Grupo Modelo, iría a Guadalajara a pedir la mano de su novia; Lilette era una productora audiovisual que una noche antes estaba grabando un comercial para Nestlé, viajaría con el fin de reencontrarse con la ciudad de la tierra mojada, alejarse un poco de la contaminación y hacerse las uñas; Virgilio formaba parte del equipo del equipo de Miguel Ángel Mancera (ahora exjefe de gobierno y candidato plurinominal al Senado) y cada dos semanas viajaba a Guadalajara a visitar a su esposa e hijos. Todos parecían grandes personas. 

 

El viaje siguió entre recomendaciones de lugares para visitar en la CDMX: ​Casa FrancaDepartamentoSalón Los Ángeles Mercado del Carmen. Llegamos a Guadalajara poco después de la 1 de la tarde. Muchas horas después de lo acordado. 

 

Qué considerar al hacer carpooling

 

1. En la Ciudad de México han prohibido este servicio, las empresas afectadas, Bla Bla Car entre ellas, estarían analizando alguna estrategia jurídica que les permita seguir operando sin incurrir en un delito o para revertir esta determinación.
2. Antes de viajar, saquen su ser más stalker y revisen muy bien con quién van a viajar. 
3. Llamen para confirmar su viaje y al finalizar no olviden dejar una reseña sobre el mismo.
4. Lleven efectivo. Cometí este error y cuando se nos ponchó la llanta no tenía ni un peso. Como dato extra, en los Oxxo puedes hacer retiro de efectivo, te cobran una comisión de $12 pesos.
5. Descarguen una playlist en su celular. No todo México es territorio Telcel. 
6. Avisen a alguien que utilizarán este servicio, cuál será la ruta y los horarios de llegada.
7. Socialicen, conozcan y sean un buen compañero de viaje.


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Soy Fernando. A los 27 años me mudé a la Ciudad de México con un montón de miedos que se han ido quitando conforme pasa el tiempo. Cito a Colima en casi todas mis conversaciones.
Twitter: @NandoDeOca
Instagram: @NandoDeOca

 

 

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