*“Sin dejar de lado la crítica social y la ironía, Guille se asoma a la experiencia de vivir en el trópico y desde aquí, expresa sus alegrías y pesares”: Ada Aurora.
Con la presencia de escritores, familiares, amigos y funcionarios universitarios, se llevó a cabo recientemente, al pie del mural de Adolfo Mexiac ubicado en la Facultad de Derecho, el homenaje “De Guille me gusta…” que, organizado por la Coordinación General de Extensión y la Dirección General de Difusión Cultural de la Universidad de Colima, celebró la trayectoria de la poeta y escritora colimense Guillermina Cuevas Peña.
Para dar inicio con el evento, la escritora y catedrática de la Facultad de Letras y Comunicación, Ada Aurora Sánchez Peña destacó el honor de sumarse a este homenaje, “que celebra el oficio poético y la disciplina literaria de Guille Cuevas por más de cinco décadas; los motivos para estar aquí sobran, todos tenemos algo que decir con respecto a lo que nos gusta de Guille, la escritora, la amiga, la tallerista”.
Sánchez Peña aseguró que Guille Cuevas “es poseedora de una voz personal de rápida identificación, gracias a un registro poético que logra mezclar con habilidad, sencillez y elegancia, recursos y temas asociados con la escritura, la intimidad, la casa, el amor, la amistad, la flora y la fauna de Colima. Sin dejar de lado la crítica social y la ironía, Guille se asoma a la experiencia de vivir en el trópico y desde aquí, expresa sus alegrías y pesares”.
Dijo finalmente que la homenajeada es una escritora cuyas palabras “se quedan grabadas en la ‘piel de la memoria’ y su entrega a la lectura constante, así como sus diversos libros en los géneros de la poesía y en narrativa, nos permiten afirmar que en ella ya floreció la vainilla; la literatura de hojas grandes, carnosas y aromáticas inflorescencias”.
Por su parte, el asesor pedagógico y amigo personal de la escritora, Marco Antonio Jáuregui señaló que los motivos para sumarse al presente homenaje tienen que ver no solamente con el aspecto literario, sino también con lo familiar y lo afectivo, pues “a Guille la conocimos mi esposa Ada Aurora y yo cuando nos impartió clases en la Facultad de Letras y Comunicación de la UdeC y, desde entonces, nos enseñó a apreciar el lado bueno de la vocación literaria”.
Sobre los lazos que lo unen con Guille Cuevas añadió que la homenajeada fue testigo de su boda civil con Ada Aurora, que es tía lejana “pero cercana” por parte de los Peña de Quesería, además de ser una de las primeras tutoras literarias de la pareja y desde entonces, dijo, han compartido con ella presentaciones de libros, lecturas de poesía y cursos, entre otras actividades; “Guille es una gran poeta y narradora que disfrutamos leer y promover con nuestros estudiantes, pero sobre todo, Guille es una persona honesta y amable, con el don de la conversación y el estímulo literario”.
En otro momento, el escritor y amigo personal de la homenajeada, Ángel Gahona, recordó que desde 1998, año en que llegó de la Ciudad de México a radicar a Colima, empezó a involucrarse en las actividades culturales de la ciudad y supo de la figura de Guille Cuevas como una reconocida escritora de esta región; “confirmé su gran calidad poética al leer por primera vez su ‘Piel de la memoria’ y a través de los años, por amigos en común y charlas ocasionales se fue gestando una amistad”.
Al respecto, señaló que en 2010 participó en un taller de escritura coordinado por la homenajeada, donde se reafirmaron los lazos de amistad. Sobre ella reflexionó: “No sabemos si fue el influjo de la zafra, el aroma omnipresente de la melaza o el hecho de haber nacido en las faldas de un volcán palpitante, que te fue dado el don de la palabra. Abrevaste de tus maestros colimotes, de tu exilio al sueño americano, de tu retorno definitivo para formar una familia y emprender la aventura inacabable de las letras”.
Por su parte, el escritor y docente universitario Alberto Llanes recordó la primera ocasión en que compartió un espacio literario con Guille Cuevas en las Jornadas Altexto de 1999, como parte de un taller de escritura y, “gracias a estos aprendizajes en diferentes talleres a lo largo de los años, pude cumplir mi sueño de dar mi taller literario en la Facultad de Letras y Comunicación, además de pasar la estafeta a otros alumnos que han iniciado el suyo propio”.
Otro espacio que pudo compartir con la homenajeada como su alumno, añadió, fue en el Diplomado de la Sociedad General de Escritores Mexicanos (Sogem), versión Colima, donde también impartieron clases destacados escritores nacionales como Eduardo Antonio Parra, Bernardo Ruiz, Mónica Lavín, Estela Leñero, Dolores Castro, Gerardo de la Torre y Teodoro Villegas, entre otros; “sin embargo, yo conocí a Guille Cuevas por primera vez cuando mi entonces compañera del CEDART, Zaira Ríos, me comentó que su mamá era escritora; en ese momento esa afirmación despertó algo en mi espíritu”.
A lo largo de los años, agregó, ha sido también su lector, adentrándose en ese mundo onírico, de fantasía y ficción, aderezado, dijo, “con trazos de realidad, pero también con notas de blues, rock y jazz; Guille ha sido guía literaria, editora, lectora, maestra, amiga, a veces madre y compañera que ha estado en momentos buenos y malos de mi vida. Deseo que la vida nos siga uniendo por el amor a la palabra escrita y a las aventuras literarias”.
En su intervención, el escritor y poeta Carlos Ramírez Vuelvas, quien es además Coordinador General de Extensión, resaltó el honor de participar en un evento que celebra la poesía y trayectoria de Guille Cuevas a quien, dijo, conoció muy joven tomando clases con ella durante un diplomado en la Facultad de Letras; “desde entonces surgió una amistad que prevalece hasta el día de hoy y siempre que tengo la oportunidad converso con ella para aprender de su sabiduría y su manera tan humana de ver la vida”.
Finalmente, al hacer uso de la voz, Guille Cuevas agradeció en primer lugar a su esposo Julián Ríos, con quien ha compartido su vida por 47 años, así como a sus hijas Zaira y Tania Ríos Cuevas y a todos los participantes de la velada; “les agradezco infinitamente y espero que pronto realicemos más homenajes para otros compañeros, les aseguro que yo estaré ahí presente”.
Como parte del evento, la actriz con 39 años de trayectoria, Carmen Solorio realizó una lectura teatral de la obra “El Fuego y sus fervores”, mientras que, en la parte musical, el dúo conformado por Miguel Ángel de la Mora (guitarra) y Nelson Navarro (acordeón), interpretó reconocidos tangos y boleros, así como ritmos de bossa-nova. Además, se sumaron a la celebración los trovadores René, Arturo y Rabí Hernández, quienes musicalizaron algunos poemas de Guille Cuevas.
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